lunes, 9 de junio de 2014

PLANTAS DUNARES


Las dunas tienen la función de proteger de forma natural la costa y las playas de la erosión, ya que actúan como depósitos de arena, muros de contención frente al oleaje.

Crucinella maritima.
Las plantas, retienen y estabilizan la arena de la duna, los nutrientes de las algas que varan en la orilla fertilizan esta vegetación y las comunidades animales las polinizan y diseminan, a cambio reciben alimento y refugio.

Pancratium maritimum
Todo este proceso da lugar a uno de los ecosistemas más bellos de Galicia y que acoge una gran biodiversidad: las dunas costeras.

Polygonum maritimun.
Pero debido a la fuerte presión del hombre y a su preferencia por asentarse en estas zonas, muchas dunas de la costa han desaparecido o están muy degradadas.

Honckenya peploides.
Aún así animales y plantas (algunos protegidos por la legislación), logran sobrevivir.

Malcomia littorea
Chorlitejos patinegros, alondras comunes, lavanderas boyeras..., y otras comunidades de fauna silvestre dependen de la duna.

Otanthus maritimus.
Pero también una preciosa flora muy especializada y adaptada a vivir en un espacio muy hostil como Cakile maritima, Honckenya peploides, Euphorbia paralias, Otanthus maritimus, Calystegia soldanella, Eryngium maritimum, Amophila arenaria, Medicago maritima, Silene littorea, Pancratium maritimum, Matthiola sinuata, Polygonum maritimun, Malcomia littorea, Crucinella maritima...

Silene littorea.
Esta flora, sobre todo de la duna móvil, es muy frágil ya que está formada por plantas que colonizan un suelo en el que hay mucha movilidad. Y algunas son anuales o vivaces por lo que ahora están brotando o es su época de floración.

Euphorbia paralias.
En este período tan sensible para la naturaleza en general y la duna en particular, es muy importante no hacer actividades de ningún tipo en el cordón dunar porque supondrían no sólo una molestia para los animales que nidifican en este espacio, sino también un pisoteo y una destrucción de su valiosa comunidad vegetal.

Calystegia soldanella.
Si queremos conservar las playas y que no desaparezcan, debemos proteger la vegetación dunar y lo mejor que podemos hacer es dejarla y no entrar en la duna.

Papilio machaon y Malcomia littorea. Foto Juan Gómez.

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